Kina Fernández planea externalizar a confección textil para salvar a firma
20.03.2010A memoria económica que a empresa entregou no xulgado do Mercantil recoñece que as vendas se desplomaron un 42% en 2009 e que a compañía perdeu 861.307 euros nos dous últimos exercicios
Volvoreta SA, la empresa de confección de la diseñadora Kina Fernández, planea externalizar la producción de su fábrica de A Grela para salvar la firma y mantener únicamente los departamentos de diseño y la comercialización; es decir, las empleadas de las tiendas que la compañía tiene en A Coruña, Lugo, Madrid, Oviedo y Murcia. La confección -hasta ahora artesanal- será subcontratada a partir de ahora con pequeños talleres del entorno, aunque tal y como ya reconoció la hija de la diseñadora, María Álvarez, la empresa ya ha deslocalizado parte de su producción al Norte de Portugal.
El plan de viabilidad que Volvoreta SA presentó ante el Juzgado de lo Mercantil, que declaró la firma en concurso de acreedores el pasado 21 de enero, confirma las sospechas de las trabajadoras, que advirtieron de la imposibilidad de mantener la producción en A Grela con el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que la firma pretende despedir a más de la mitad de su plantilla.
La negociación sobre el ERE acaba de arrancar, aunque el periodo de consultas establecido por la ley concursal para estos casos -un mínimo de 15 días- todavía no ha comenzado de forma oficial. La empresa reclama en la documentación entregada en el juzgado que este proceso se resuelva de forma urgente para empezar a reducir costes de inmediato, ante la grave insolvencia que padece.
Las cuentas de 2009 evidencian un desplome de las ventas del 42% en el pasado ejercicio, que se unen al 20% de caída que Volvoreta SA registró en 2008. Kina Fernández acumula además unas pérdidas de 861.307 euros, entre los cerca de 600.000 euros que perdió en 2008 y los 266.854 euros que figuran en la cuenta de resultados provisional de 2009. Y es que Kina Fernández cierra su ejercicio el 15 de noviembre, aunque el balance presentado ante el juzgado comprende los datos del balance a fecha 31 de octubre.
Al haberse acogido al proceso concursal es el juzgado de lo Mercantil el responsable de estudiar y autorizar el ERE que de no mediar una declaración de insolvencia sería competencia de la Consellería de Traballo. Volvoreta SA solicitó la aprobación del ERE para 24 de sus 46 trabajadoras por vía de urgencia -sin esperar al informe del administrador concursal sobre el estado contable de la compañía- tras un periodo de consultas de 15 días en los que la empresa y los trabajadores negocian las condiciones de los despidos. La empresa ofrece el mínimo legal; 20 días por año trabajado de indemnización con un tope de 12 mensualidades, por lo que los representantes de los trabajadores ven poco probable el acuerdo. La mayoría de las 22 empleadas que tras la aprobación del ERE quedarían en plantilla son personal de las tiendas de la marca. "El necesario abaratamiento de los costes para poder competir en el mercado exige abandonar la fase de fabricación interna o con recursos propios, para optar por la externalización como único medio de sobrevivir; se mantiene el diseño, que es el núcleo esencial de la empresa y su enseña diferencial, pero se encomienda a talleres externos la fabricación de la serie de prendas según modelo aceptado; y, lógicamente, se mantiene también el área de comercialización para dar salida a sus productos", justifica la empresa en la solicitud de ERE que entregó en el juzgado el pasado 12 de febrero y a la que ha tenido acceso este periódico.
"Máxima urgencia"
La documentación presentada por la empresa al juzgado plantea una situación desesperada de la que sólo puede salir con un ERE y el actual concurso de acreedores para "corregir sin dilación esta secuencia de pérdidas". "La gravedad de la crisis exige que la imprescindible reestructuración se lleve a cabo a la máxima urgencia, pues sólo si se corta de inmediato la sangría de pérdidas será posible mantener la viabilidad de la empresa. En otro caso, no será posible salvar los 22 puestos de trabajo que se prevé mantener porque no hay recursos con los que afrontar los pagos derivados de ese nivel de ocupación", advierte la propuesta de ERE.
Volvoreta SA reconoce sin embargo que sus problemas económicos vienen de antiguo. "Si bien en los ejercicios anteriores había conseguido mantenerse (la empresa) con cierta normalidad, lo cierto es que ya los resultados venían siendo casi simbólicos". Y es que tal y como ya adelantó LA OPINIÓN, Volvoreta SA obtuvo en 2007 tan solo 15.000 euros de beneficios; la mitad de lo que cobró al año siguiente en concepto de subvenciones para la internacionalización. Tras esas exiguas ganancias, la empresa ha acumulado en dos años unas pérdidas próximas a los 900.000 euros.
El sector textil gallego mantiene el tipo pese a la crisis. Las casi 550 empresas que conforman su tejido empresarial facturaron el año pasado casi 2.000 millones de euros, cifra similar a la de 2008. En este volumen de ventas no se incluye las del gigante Inditex que por si sólo vendió el pasado ejercicio más de 11.000 millones de euros.
La situación de la economía ha provocado que la Confederación de Industrias Textiles de Galicia-Clúster Textil Moda (Cointega), la patronal del sector haya elaborado un plan estratégico a diez años, en el que se apuesta por la concentración de empresas para su internacionalización y en el se apoya la búsqueda de aliados en los mercados de destino.
El sector textil gallego ha obtenido varias lecciones de la crisis. "La primera es que el precio se ha convertido en una variable decisiva, más de lo que ha ocurrido nunca. La gente cuando piensa en ahorrar lo primero que se propone es gastar menos en ropa", afirma Alberto Rocha, secretario general de Cointega.
El mantenimiento de la industria textil gallega durante la crisis se debido "a la buena imagen sectorial entre los empresarios y comerciantes del resto de España, e incluso entre clientes finales", según recoge el documento del plan estratégico.
Otro aspecto de futuro que revela Alberto Rocha es la necesidad que las empresas textiles gallegas se conviertan en firmas de retail (detallistas). Esto quiere decir que las empresas, solas o agrupadas tengan sus propios establecimientos de venta, que es lo que han hecho los grandes grupos textiles gallegos como Inditex -que es líder mundial en el sector-, la Sociedad Textil Lonia (que trabaja con las marcas Carolina Herrera y Purificación García) y Adolfo Domínguez.
Mejor renunciar al bajo coste
Para el director general de Cointega la salida de la crisis para el sector textil vendrá determinada por el estado de ánimo y el índice de confianza de los ciudadanos. "En ese momento es cuando de lanzarán de nuevo a comprar ropa", afirma Rocha.
Para ello, el plan Estratégico recomienda a sus empresas que no apuesten por el formato de bajo coste, y sí "apostar por un producto diferenciado, que dé identidad y valor a la marca". Alberto Rocha aconseja además a las empresas textiles gallegas "que dirijan sus productos a los clientes con un nivel sociocultural alto, que no necesita refugiarse en cierta cultura de las marcas".
